El Kailash Home es un proyecto vivo y en constante búsqueda de fuentes de financiación, para lo cual mantiene abierta permanentemente la campaña «Apadrina un niño»
Actualmente el proyecto Kailash Home apadrina 98 niños y niñas a los que se les ofrece un hogar lleno de amor y la oportunidad de una educación completa.
El apadrinamiento es una forma de colaboración que establece un vínculo solidario entre el padrino y el niño. La cuota anual es de 1.900$, cantidad que cubre los gastos iniciales del transporte del niño a Katmandú, la matrícula de la escuela, el alojamiento durante la época escolar y durante las vacaciones, el material escolar, la asistencia sanitaria y la manutención de todo un año.
La fundación nepalí que gestiona el hogar, la Himalayan Children’s Foundation, facilita cada final de trimestre escolar un informe de evaluación sobre la evolución, progresión y desarrollo global de cada estudiante, y fomenta el contacto personal entre el padrino y el niño.
El sistema educativo de Nepal incluye educación desde maternal hasta el nivel 10 (primaria y secundaria). Al final de este periodo, los niños pasan un examen oficial, el SEE, para poder acceder a los cursos de bachillerato (grados 11 y 12). La gran mayoría de los niños entra en el hogar entre los 6 y los 8 años, lo que nos permite que empiecen el ciclo educativo desde los primeros niveles.
Por ese motivo, solicitamos al padrino que se comprometa a asumir la educación del niño hasta acabar el bachillerato. Si por alguna razón un apadrinamiento se interrumpiese, la Mountaineers for Himalayas Foundation se compromete a buscar otro padrino o, en caso de no encontrarlo, a asumir la financiación del resto de la educación del niño.
La mayoría de nuestros niños y niñas pasan a cursar los grados 11 y 12. Durante este período, proporcionamos asesoría para ayudarles en su elección de carrera y educación superior. En esta fase, las futuras grandes estrellas de la medicina, las finanzas, el turismo e incluso el deporte empiezan a emerger.
Una vez acabado el bachillerato, los chicos y chicas emprenden su propio camino y deciden qué harán respecto a sus estudios. La Fundación les guía y ayuda en el proceso de independizarse, y se ofrece a hablar con los padrinos para ver si quieren seguir dando apoyo económico al estudiante durante esta nueva etapa.
Cuando apadrinas un niño, no sólo amplías sus oportunidades de futuro sino que ayudas a construir un mundo más justo. Si quieres vivir esta experiencia única contacta con nosotros.